La relación entre aborto y suicidio

Estudios:

1.- “Stress, Depression and Suicide: A Study of Adolescents in Minnesota ” , D. Garfinkel, H.Hoberman, J. Parsons y J. Walker (Minneapolis: University of Minnesota Extension Service, 1986).

Una joven adolescente tenía 6 veces más probabilidad de suicidarse si había abortado en los 6 meses anteriores, en comparación con adolescentes que no habían abortado en ese período (4% frente a 0,7%). Las chicas adolescentes que intentaban suicidarse tenían más probabilidad de sufrir depresión, de haber roto recientemente con su novio y de venir de familias rotas. En la presentación de los resultados del estudio, Dr. Garfinkel afirmó que la impulsivita, la ira y la ansiedad son los tres factores más importantes del suicidio adolescente. “Demasiadas veces al aborto se considera un alivio para el estrés o algo bueno para los jóvenes. Creo que tenemos que reconsiderar esto”, afirmó. Minnesota Daily, Oct 29, 1986, p. 3/16.

2.- “Suicide deaths associated with pregnancy outcome: a record linkage study of 173,279 low income American Women” (Muertes por suicidio asociadas al resultado del embarazo: Estudio de cruce de datos de 173.279 mujeres norteamericanas desfavorecidas”) , D. Reardon et al, Clinical Medicine and Health Research, clin med-2001 030003 v1 (April 25, 2001)

Registros de seguro médico estatal que identifican todas las intervenciones por aborto o parto en 1989 fueron cruzadas con el registro estatal de certificados de defunción en una población de mujeres de bajo nivel de ingresos en California. En comparación con las mujeres que dieron a luz (1,0), las que abortaron tenían un riesgo ajustado significativamente más alto de morir por suicidios (1,82).

Estudio publicado también en el Southern Medical Journal en 2002.

3.- “Suicides after pregnancy in Finland, 1987-94" (estudio de cruce de datos de registros), M. Gissler et al., British Medical Journal 313: 1431, 7 de diciembre de 1996.

Un estudio finlandés de mujeres que se habían suicidado entre 1987-94 en el plazo de un año desde su embarazo reveló que la incidencia del suicidio asociada al aborto era de 34'7 por 100.000 entre las mujeres que habían abortado, en comparación con el 13'1 por 100.000 entre mujeres con abortos espontáneos y 5'9 por 100/000 mujeres que habían dado a luz y con una media de suicidios anuales de 11'3 por 100/000 mujeres.

4.- “Suicidio y/o aborto. XX Reunión del Grupo de investigación y Prevención del Suicidio: El cuerpo y el suicidio”, J. Koperschmitt et al., Psychologie Medicale 21(4): 446, Marzo 1989

El aborto puede tener un efecto importante sobre la tasa de suicidios.

5.- “El suicidio tras un embarazo ectópico” (carta) , J. Farhi et al. , New England Journal of Medicine, 10 de marzo de 1994, pág. 714.

Un estudio entre mujeres israelíes halló que de 160 mujeres tratadas por embarazos ectópicos, 3'75% intentaron suicidarse en el plazo de un año y 0'625% se suicidaron en comparación con una tasa de 0'04-0'06% y 0'002% respectivamente entre una población equivalente no-embarazada.

6.- “Efectos psicopatológicos de la interrupción voluntaria del embarazo sobre el padre llamado a filas ”. DuBouis Bonneford et al, Psycologie Medicale 14 (8): 1187-1189, junio 1982.

Se presentan varios casos de estudio de varones de 18 a 22 años de bajo nivel cultural y recientemente reclutados en el Ejército. Todos sufrían una fuerte depresión y/o intentaron suicidarse a raíz de la noticia de que sus esposas o novias habían abortado voluntariamente. Los hombre pensaban que ser padres les haría más maduros o respetables, y el aborto les provocó sentimientos de auto-recriminación y autocastigo.

7.- “Secuelas psiquiátricas del aborto: Las numerosas facetas del duelo post-aborto”. E. Joanne Angelo. Linacre Quarterly 59:69-80, mayo 1992.

Se presentan tres casos de suicidios realizados después de un aborto. En un caso se derivó a una mujer de 22 años en el ejército a la consulta psiquiátrica debido a un trastorno de la alimentación. Había intentado suicidarse dos días antes de su cita para abortar, pues se sentía incapaz de hacerlo y también de enfrentarse la idea de ser madre soltera en el Ejército. Su psiquiatra le había aconsejado seguir adelante con el aborto. Después de su aborto empezó a consumir cocaína y alcohol y su peso bajaba sin cesar. Sentía un fuerte deseo de reunirse con su bebé. Tuvo varios intentos de suicidio y a pesar de continuar en terapia, lo consiguió.

En otro caso, una mujer de 23 años fue derivada al psiquiatra tras un intento de suicidio por un incidente planeado de conducción bajo los efectos del alcohol. Había abortado dos veces a las edades de 17 y 18 en su época escolar. Era la hija menor de una familia numerosa y tenía miedo de decírselo a sus padres por miedo a que pudieran sufrir un infarto (los padres estaban mal de salud). Sufrió sola la culpa durante 6 años. Había pensado decírselo a un tío que era sacerdote, pero antes de que pudiera hablar con él, murió de un infarto. Durante el duelo por su muerte y por las muertes anteriores, planeó su propia muerte para poner fin a su dolor y reunirse con sus hijos y su tío.

En un tercer caso, un varón de 18 años que trabajaba en una gasolinera se pegó un tiro y murió tres meses después de la inesperada muerte de su padre. Sólo su mejor amigo sabía que cuando se suicidó estaba abatido por el aborto de su novia. Su hijo había sido concebido el día de la muerte de su padre. Se había hecho una imagen mental del niño y había dicho a sus amigos que quería ponerle el nombre de su padre. La pérdida de su hijo y de lo que representaba fue más de lo que pudo soportar.

8.- “Abortos de segundo trimestre en EEUU”, D. Grimes, Family Planning Perspectives 16/6: 260, Nov. Dec 1984.
Entre las 92 muertes de mujeres con abortos de segundo trimestre entre 1972 y 1981, dos fueron debidas al suicidio.

9.- “Daños físicos y psicológicos en mujeres después de un aborto: Akron Pregnancy Services Survey”, L.H. Gesselman, Association for Interdisciplinary Research Newsletter 5(4):1-8 Sept/Oct 1993.
En un estudio de 344 mujeres después de abortar atendidas en Akronentre 1988 y 1993, el 16% tenía impulsos suicidas, el 7% estaba preocupada con la idea de la muerte y el 7% había intentado suicidarse.

10.- “Intentos suicidas de adolescentes después de un aborto provocado”. Carl Tischler, Pediatrics, 68 (5): 670 (1981).
Estudio de casos de intento de suicidio en el aniversario del que habría sido el nacimiento de su hijo abortado.

11.- “Los aspectos psicosociales del estrés después de un aborto”, Anne C. Speckhard (Kansas City: Sheed and Ward, 1987)

30 mujeres que sufrían estrés post-aborto fueron entrevistadas de 5 a 10 años después del aborto. El 65% tenía ideas suicidas y el 31% había intentado suicidarse.

12.- “Abortos terapéuticos y trastornos psiquiátricos en mujeres”, E.R. Greenglass, Canadian Psychiatric Association Journal 21: 453-459 (1976).
De 188 mujeres entrevistadas, 5 intentaron suicidarse unos 2,6 meses después del aborto.

13.- “Psicosis post-aborto”, Myre Sim and Robert Neisser, en The Psycological Aspects of Abortion”, Editor D. Mall y W.F. Watts, (Washington D.C.: University Publications of America, 1979).

58 mujeres de un hospital estatal israelí informaron de que el aborto, provocado o natural, les había llevado al hospital psiquiátrico. 7 intentaron suicidarse y otras 3 amenazaron con hacerlo.

14.- “Trastornos mentales después de un aborto”, B. Jansson, Acta Psychiatrica Scandinavica, 41:87 (1965).
En un estudio sueco de 57 mujeres con problemas psiquiátricos previos que abortaron posteriormente, 3 se suicidaron, según estudios de seguimiento a largo plazo de 8-13 años después de su aborto. Por el contrario, de 195 mujeres con problemas psiquiátricos previos que dieron a luz, ninguna se suicidó.

15.- “Adolescent Suicide Attempts Following Elective Abortion: A Special Case of Anniversary Reaction”, C.L. Tishler, Pediatrics, 68 (5) 670-671, 1981.

Una joven de 17 años de clase media-alta intentó suicidarse conduciendo bajo los efectos del alcohol y de 29 pastillas de Bufferin. Chocó su coche repetidamente contra el pilar de un puente dejándolo siniestro total. Había abortado unos siete meses antes de su intento de suicidio. Calculó la fecha en que habría nacido su hijo y provocó el accidente en esa misma fecha.

16.- “Psychological Reactions Reported After Abortion” (Mujeres relatan sus reacciones psicológicas después de abortar), D. Reardon. The Post-Abortion Review , 2(3):4-8, Fall 1994. Copyright 1994 Elliot Institute. (Ver)

Encuesta realizada a 260 mujeres que habían abortado una media de 2,6 años antes de ser entrevistadas, y habían solicitado terapia post-aborto.

•  el 56% decían tener sentimientos suicidas.

•  el 28% informaban de que habían tenido intentos suicidas

•  el 18% lo había intentado repetidas veces


 

Las mujeres que abortan tiene seis veces más probabilidades de suicidarse

David C. Reardon, Ph.D.

Al examinar el historial médico reciente de víctimas de suicidio, investigadores finlandeses hallaron una fuerte asociación entre aborto y suicidio. En sus resultados publicados en el British Medical Journal (Mika Gissler, Elina Hemminki, Jouko Lonnqvist, "Suicides after pregnancy in Finland: 1987-94: register linkage study" British Medical Journal 313:1431-4, 1996) revelan que “la tasa de suicidios después de un aborto era tres veces mayor que la media y seis veces mayor que la asociada al parto.”

Estos resultados coinciden con estudios anteriores que hallaron que dar a luz reduce el riesgo de suicidio en comparación con la población “normal”, mientras que el aborto lo aumenta. Sin embargo, este estudio sólo examinó los abortos en el año anterior al suicidio, cuando la mayoría de los suicidios relacionados con el aborto podrían ocurrir en los años siguientes debido al efecto retardado del Síndrome Post-aborto.


 

El suicidio, primera causa de muerte entre jóvenes en España

8 de abril 2011: Por primera vez en España mueren más jóvenes por suicidio que por accidentes de tráfico.... De este y otros temas han hablado en Sevilla estos días más de 400 psiquiatras. El estado actual de la psiquiatría en España les preocupa. De paso han presentado una guía, Suicidio y Psiquiatría , con la que pretenden llamar la atención sobre “el abandono y el consiguiente incremento de suicidios que en las últimas décadas se ha producido en el Estado español”, comenta José Giner catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Sevilla y uno de los promotores de este encuentro científico...."¿Por qué más mujeres que hombres?" Los psiquiatras no tienen respuesta para esto.

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NOTA DE PRENSA de NMS en el 2008

No Más Silencio confirma sus sospechas acerca del incremento del suicidio femenino en España

La encuesta elaborada por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) revela que el suicidio es la primera causa de muerte entre mujeres jóvenes.

Madrid, 13 de marzo de 2008.- No Más Silencio España ha recibido respuesta a su demanda de información acerca de la tasa de suicidios en España, formulada en el informativo de Telemadrid de Fernando Sánchez-Dragó el 29 de noviembre de 2007. En una carta abierta dirigida a Gaspar Llamazares y otros políticos defensores del aborto libre, No Más Silencio llamaba la atención sobre las graves secuelas del aborto para la mujer, entre las que se hallaba el suicidio, y reclamaba del CIS los datos de suicidio juvenil, que creía ser la primera causa de muerte entre las jóvenes en España. “Tres meses después, nuestras sospechas se han confirmado, pero no por parte del ente público responsable de ello, el CIS, sino gracias a la encuesta de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) del año 2006, que muestra que el suicidio es la primera causa de muerte entre mujeres de 30 a 34 años”, afirma su directora, Pilar G.Vallejo. “Desgraciadamente, comprobamos que España sigue el mismo patrón de otros países con altas tasas de aborto, que ven multiplicado por tres el número de suicidios femeninos tras un aborto. Esa tasa se multiplica por siete en comparación con las mujeres que dan a luz, incluso embarazos no-deseados. Estos datos proceden de estudios epidemiológicos internacionales que figuran en su página web de www.nomassilencio.com .

Ese mismo estudio de Semergen confirma también otras secuelas que No Más Silencio apuntaba en su carta abierta a los políticos abortistas: la violencia doméstica (la encuesta revela que una de cada tres mujeres pide ayuda al médico por ser víctima de violencia doméstica), graves trastornos alimentarios (anorexia y bulimia ), la adicción al tabaco, alcohol y otras drogas, disfunciones sexuales , y un empeoramiento general de su salud, con un 25% que sufren de patologías crónicas , entre las cuales figuran los problemas cardiovasculares que causan la muerte a un 45% de mujeres. Todos estos datos coinciden con los de estudios internacionales reflejados en su página web citada. Según este estudio de Semergen, las mujeres españolas sufren cada vez más soledad, pobreza y dependencia, llegando a la conclusión de que “la salud de las féminas españolas ha empeorado , al incorporar ellas todos los hábitos masculinos sin que se haya hecho nada más que mucha demagogia por la conciliación laboral y familiar”, apuntó el presidente del Semergen, Dr. Zarco.

No Más Silencio España confía en que no se siga hurtando esta información a las mujeres, en un acto de flagrante insolidaridad, y que el Estado tome las medidas oportunas para poner freno a este desastre.

Pilar Gutiérrez Vallejo (Directora de No Más Silencio España )

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Le debemos a Emma Beck no volver a callar

Emma Beck, una joven artista británica de 30 años, se ahorcó tras el aborto de sus gemelos

Quizá el relato de su sufrimiento pueda evitar más muertes innecesarias

Libertad Digital. 28-02-2008.
Michelle Malkin

No tenía que morir. Y tampoco sus hijos nonatos. A lo largo del fin de semana, los diarios londinenses informaron del suicidio en 2007 de Emma Beck, una joven artista británica de 30 años que se ahorcó tras el aborto de sus gemelos. Quizá el relato de su sufrimiento pueda evitar más muertes innecesarias.

La agonía y la soledad presentes en la nota de suicidio de Emma Beck resuenan al otro lado del charco y trascienden fronteras raciales y de clase y límites generacionales. Estaba destrozada a causa de la ruptura con su novio, que no quería los niños. Sufría un intenso dolor debido a su decisión de poner fin a las vidas que se desarrollaban dentro de ella. Y en consecuencia puso fin a la suya propia.

"Nunca debí haberme sometido a un aborto. Ahora veo que habría sido una buena madre", escribió Beck. "Le dije a todo el mundo que no quería hacerlo, hasta en el hospital. Estaba asustada, ahora es demasiado tarde. Morí cuando mis bebés murieron. Quiero estar con ellos; nadie más que ellos me necesita."

La familia de Beck culpa al estamento médico. El sistema judicial, como ocurre con tanta frecuencia, se ha convertido en un mecanismo de desahogo. Un tribunal británico celebró recientemente una audiencia sobre el suicidio de Beck. La madre de Beck desveló que a su hija "no se le dio la oportunidad de ver a un consejero". Pero ¿no están acaso las madres para eso si no hay un "consejero" profesional a mano?

Pero no son sólo los cínicos médicos abortistas o las enfermeras, los consejeros desaparecidos en combate o los padres negligentes quienes necesitan mirarse al espejo. Durante décadas, hemos tolerado una cultura de insensibilidad y alimentado un derecho social a la conveniencia. Las feministas exigen silencio a las mujeres que se arrepienten después de abortar. Los fanáticos del control de la población y de la planificación familiar se lo meten en la cabeza a jóvenes de todo el mundo: Cuantos menos, más felices o ¿Por qué llevar más cargas? son los eslóganes de sus camisetas y pegatinas.

El otoño pasado, en la patria de Emma Beck, la prensa británica se deshacía de gusto con una ecologista descerebrada que se sometió a un aborto y se hizo una ligadura de trompas " para proteger el planeta ". Según sus declaraciones al periódico londinense Daily Mail: "Cada persona que nace consume más comida, más agua, más espacio, más combustibles fósiles y más árboles, y genera más basura, más polución y más gases de efecto invernadero. Además, contribuye al problema de la superpoblación."

Esto vino después de que un laboratorio de ideas británico publicase un informe sobre lo malos que son los niños para el medio ambiente . John Guillebaud, catedrático de planificación familiar del University College de Londres, dijo: "El efecto sobre el planeta de tener un hijo menos es de una magnitud mayor que todas estas otras cosas que podemos hacer, como apagar las luces... Lo mejor que cualquiera en Gran Bretaña puede hacer para ayudar al futuro del planeta es tener un hijo menos."

¿Y quién recibe espacios privilegiados de opinión en el periódico de referencia de Estados Unidos para hablar del aborto? Idiotas como el profesor adjunto auxiliar de la Universidad de Iowa Brian Goedde, quien en un ensayo publicado en el New York Times hace unos cuantos meses compartía los dichosos pensamientos que rodearon su Nochevieja antes del aborto de su novia: "El aborto está programado para dentro de dos días, y estamos follando como locos", recordaba. "Lavamos los platos, nos lavamos los dientes, nos metemos en la cama y tenemos sexo sin protección. 'No me voy a quedar más embarazada de lo que estoy', dice Emily. Nunca he sentido placer con mayor sensación de culpabilidad."

Lo que rara vez se escucha son las voces que dicen que esa autocomplacencia es un error. Lo que rara vez se lee son noticias de mujeres (y hombres) desconocidos en todo el mundo que saben que la pretenciosa elección que hicieron estuvo mal, y ahora necesitan ayuda. Lo que rara vez se ve son los estudios que demuestran que el aborto conlleva costes y consecuencias de por vida (altos niveles de estrés postraumático, depresión, pena, culpabilidad, ostracismo, culpa y, al menos en un estudio en Finlandia, tasas de suicidio más elevadas).

Aquí en Estados Unidos este mensaje lo difunden grupos dedicados a la prevención del aborto, como el Instituto Nacional de la Familia o Life Advocates (Abogados de la vida), que proporciona equipos de ultrasonidos y formación para abrir "una ventana al útero" para mujeres con embarazos problemáticos, y organizaciones que tratan el post-aborto como Silent No More (No más silencio). Para combatir a quienes glorifican el aborto, la campaña Silent No More Awareness intenta que la población sepa que el aborto es emocional, física y espiritualmente perjudicial para las mujeres y para otros; se dirige a mujeres que sufren a causa de un aborto y les hace saber que existen ayudas disponibles. E invita a las mujeres a unirse a nosotras contando la verdad sobre las consecuencias negativas del aborto.

Lo que Emma Beck más necesitaba escuchar es el mensaje que los proabortistas están desesperados por ahogar: no estás sola.

En español:
http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_42383.html

En inglés:
http://michellemalkin.com/2008/02/27/the-suicide-of-emma-beck-and-silence-no-more/

En Argentina:
http://www.diario7.com.ar/nota_completa.php?id=6419


La Conexión Aborto / Suicidio 

David C. Reardon, Ph.D.

En los años anteriores a la legalización del aborto, se creía que el aborto podía justificarse por motivos “terapéuticos”, entre los que el riesgo de suicidio justificaría la necesidad de un aborto. Sin embargo, tras muchos años de aborto legal, la realidad ha demostrado ser bien distinta. Todos los estudios sobre este tema muestran que, por el contrario, es el dar a luz lo que disminuye dramáticamente la tasa de suicidios en comparación, incluso, con mujeres no embarazadas. Actualmente algunos psiquiatras consideran  que el embarazo cumple una función de protección psicológica. La presencia de otra persona por la que vivir parece reducir el impulso suicida de una mujer con trastorno psicológico o depresión grave.1

A diferencia del embarazo, que debilita los impulsos suicidas, hay pruebas significativas de que el aborto aumenta dramáticamente el riesgo de suicidio. Según un estudio de 1986 de investigadores de la Universidad de Minnesota, una adolescente tiene 10 veces más probabilidad de cometer suicidio si ha realizado un aborto en los últimos seis meses que una joven comparable que no lo haya practicado.2 Otros estudios han hallado una correlación estadística similar entre adultos. Por tanto, los datos actuales indican que el aborto es mucho más peligroso para la salud mental de la mujer que el embarazo y el parto.

Esta correlación entre aborto y suicidio es bien conocida por los profesionales que tratan a personas suicidas. Por ejemplo, Meta Uchtman, directora del grupo de Cincinnati de Suicidas Anónimos informó de que su grupo trabajó con 4000 mujeres durante un periodo de 35 meses. De ellas, 1800 o más habían abortado, 1400 de las cuales tenían edades entre 15 y 24 años, el grupo de edad de mayor aumento de suicidios de EE.UU.

A veces un intento de suicidio post-aborto es un acto impulsivo de desesperación. Susan escribe: “Dos días después de mi aborto, escribí una carta e despedida a mis padres y a mi novio. No podía imaginarme cómo iba a poder seguir viviendo con la conciencia de lo que había hecho. ¡Había matado a mi propio bebé! Bajé al sótano y me puse a manejar la pistola de mi padre. Histérica y llorando apunté dentro de mi boca. De pronto oí pasos arriba. Por algún motivo, mi padre había vuelto a buscar algo. Paré lo que estaba haciendo y subí. El vio que yo estaba mal y me invitó a comer con él. Pensé que por lo menos le debía un almuerzo de despedida. Cuando acabó el almuerzo me dio miedo hacerlo.”

Otras veces, los impulsos suicidas son el resultado de años de represión, depresión y pérdida de autoestima. Un estudio de 1987 entre mujeres con trauma post-aborto halló que el 60% habían tenido ideas suicidas, el 28% habían intentado suicidarse, el 18% lo había intentado repetidamente, a menudo varios años después del aborto.3

Desgraciadamente, al menos en un caso documentado, una chica de 18 años se suicidó tres días después de un aborto por aspiración por sentirse culpable de “haber matado a su bebé”. Un examen posterior de los archivos de la clínica reveló que la chica no estaba embarazada.

Quizás una razón de la fuerte correlación entre aborto y suicidio es que el aborto es muy parecido al suicidio. La persona que amenaza con suicidarse está pidiendo ayuda a gritos. Igualmente las mujeres que piensan en abortar. Ambas están desesperadas. Ambas se sienten solas. Ambas se sienten abrumadas por las circunstancias.

Algunos grupos pro-eutanasia creen que se debe legalizar el suicidio o incluso crear clínicas para ello donde haya personas que ayuden a los que deseen suicidarse. Si se hiciera, habría cada vez más personas que querrían ejercer su “derecho a morir”. Con la promesa de una solución “rápida, fácil y sin dolor” a sus problemas, las tasas de suicidio se dispararían como se dispararon las tasas de aborto tras su legalización.

Como las clínicas de suicidio o eutanasia que algunos piden, las clínicas abortistas también explotan la desesperación de la gente. Forman parte de nuestra sociedad de consumo que ofrece soluciones rápidas para todos nuestros problemas. Aparentan ser lugares de compasión pero en realidad son enormes negocios a costa de gente sola, asustada y confusa que se sienten no-deseados por la sociedad. En lugar de vida, ofrecen la “compasión” de la muerte. Es una falsa compasión que sólo quiere evitarse el problema de ayudar al otro a resolver sus problemas.

Para los que miran con atención y se preocupan por los demás, es evidente que quienes buscan el aborto o el suicidio están pidiendo ayuda para vivir. Están pidiendo a gritos una inyección de esperanza. Están pidiendo que alguien se interese por ellos y les ayude de verdad. Necesitan ver el valor de la vida, tanto la suya como la de su hijo, reflejado en el cariño de aquellos que quieren ayudarla a preservar esa vida. Necesitan oír que tienen la fuerza necesaria para triunfar en esa vida que es la suya, y que cuando les falten las fuerzas, estaremos allí para sujetarles y hasta llevarles en brazos.

Esto nos exige pagar un alto precio de amor. El precio del sacrificio de tiempo, energía y conocimientos. Lo contrario sería interpretado como una falta de interés... y tendrían razón.

Publicado en The PostAbortion Review 1(2) Verano 1993. Copyright 1993 Elliot Institute

1. Hilgers, et al, New Perspectives on Human Abortion (Frederick, Md.: University Press of America, 1981) 156.

2. Garfinkel, et al., Stress, Depression and Suicide: A Study of Adolescents in Minnesota, (Minneapolis: University of Minnesota Extension Service, 1986).

3. Reardon, "A Survey of Psychological Reactions," (Springfield, IL: Elliot Institute, 1987).

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